Contenido:
3.2 LOS NIVELES DE PLANIFICACION Y EL PAPEL DEL
ROFESORADO.
Se habla de dos niveles de
planificación, con los cuales se da la enseñanza. El primer nivel de
planificación nos dice que las administraciones se han reservado
tradicionalmente la delimitación de objetos y contenidos y casi siempre las
de las normas, criterios, y hasta instrumentos para la evaluación del
alumnado, acompañados normalmente por indicaciones y orientaciones sobre
métodos didácticos. Cada programa o currículo de la lengua y la literatura
responde siempre a la concepción que mantenga el planificador sobre su
enseñanza y al conocimiento sobre las ciencias y el aprendizaje.
El profesorado planifica a
partir de ese currículo un proyecto curricular y unas programaciones de aula
que lo desarrollen, se encuentran, pues, con dificultades derivadas de las
contradicciones que se dan en este primer nivel de planificación.
En el segundo nivel:
programaciones en el que el profesorado concreta, desarrolla o matiza esos
currículos oficiales.
Se pretende que el proceso
de planificación sea un proceso consistente que conduzca paulatinamente a una
desalineación del trabajo del profesor, la búsqueda de la coherencia entre
los elementos del currículo, las distintas fuentes y los distintos niveles de
planificación se convierten en una exigencia inexcusable.
El real decreto, que
establece el currículo de la educación secundaria obligatoria define como
elementos integrantes del mismo: los objetivos educativos, los contenidos,
los criterios de evaluación y la metodología, y así en su articulado
establece los objetivos de la etapa y en los anexos los principios
metodológicos generales, y los criterios de evaluación final de la etapa que
corresponden a cada uno de ellos.
Los profesores(as) siempre
han tenido que seleccionar y organizar los contenidos, establecer actividades
de enseñanza y aprendizaje, secuenciarlas y evaluar, en ocasiones de un modo
más mecánico, seleccionando determinado libro de texto, o de otra forma, de
un modo más automático, elaborando y construyendo sus propios programas,
estos procesos están condicionados por las ideas y concepciones del
profesorado respecto a la enseñanza y
aprendizaje en general, la relación entre escuela y sociedad, la propia
concepción de la función docente y la visión o concepción concreta del área
específica y de su enseñanza.
El proyecto curricular es
un mero instrumento técnico que puede resolver de modo eficaz el problema de
la planificación desde las disposiciones más generales sobre el currículo de
la programación de un curso concreto.
3.3 LA PLANIFICACION DIDACTICA DE LA LENGUA.
Es fundamental respetar la
coherencia entre las decisiones que se toman en los diversos niveles de planificación la
expresión de los fines generales del área y el enfoque general que hayamos
adaptado para su enseñanza.
La pretensión de
desarrollar un enfoque comunicativo para la enseñanza de la lengua requiere
no quedarse en la mera etiqueta, pues bajo la denominación de enfoques
comunicativos funcionales se esconden propuestas muy diversas y hasta
contradictorias. Conviene señalar cuáles son las características del enfoque
que asumimos como nuestro, puesto que de esa definición dependerá en buena
medida el tipo de decisiones que tomemos en los diversos niveles de
planificación. En los años 70 la influencia de la filosofía del lenguaje a
través de los actos del habla, junto con una interpretación registrada del
concepto de competencia comunicativa, dan lugar a los programas de tipo
funcional, que hacen hincapié en un repertorio de ejecuciones comunicativas,
interpretando el componente comunicativo de la propuesta de Hymes y Gumperz
en términos de exponentes lingüísticos
de las funciones sociales de lenguaje.
3.3.1
LOS ELEMENTOS DE LA PLANIFICACION
Existen tres niveles o
tres momentos los cuales son.
El primer nivel, es el del método: se
entiende por tal el resultado de tomar decisiones sobre los distintos
elementos y subelementos de un modelo didáctico descriptivo de los procesos
de enseñanza y aprendizaje. El conjunto de decisiones tomadas en este
apartado, configuran un primer nivel de organización general de un área: al
elaborar el método decidimos sobre aspectos tales como la concepción de los
objetivos y su selección, la organización y secuencia de contenidos, los
tipos de actividad, su organización secuenciada y su relación con la
evaluación.
Segundo nivel: es el más
próximo la planificación de la práctica diaria del aula. En este nivel se
toman las últimas decisiones sobre la planificación de la práctica que darán
lugar a la elaboración de lugares didácticas y, mediante la articulación de
estos a plasmar de modo detallado una programación.
El tercer y último nivel
del proyecto curricular es el correspondiente al seguimiento y evaluación del
proyecto y a la posibilidad de comenzar verdaderos procesos de investigación
en el aula. Este último nivel es el que determina la validez del proyecto
curricular como instrumento de relación entre la teoría y la práctica.
3.3.1.1
LAS SELECCIÓN DE UN MODELO DIDACTICO
Por modelo didáctico se
entiende un modelo descriptivo de los elementos que intervienen en un proceso
de enseñanza y aprendizaje, según Gimeno Sacristán (1981), “un modelo
didáctico debe reunir dos características: ser omnicomprensivo, es decir,
incluir todos los aspectos relevantes de los procesos de enseñanza y
aprendizaje y ser sistemático o sea, que sus elementos estén
interrelacionados”.
Este establece un modo con
seis elementos (objetivos, contenidos, relaciones de comunicación,
organización, medios técnicos y evaluación), cada uno de los cuales se
subdivide a su vez en varias dimensiones, que son los aspectos
Relevantes de cada uno de
ellos, con respecto a los cuales se deberá tomar decisiones.
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